Invierno: aumento en el riesgo de contraer enfermedades

¿Por qué en invierno se incrementan las enfermedades respiratorias?

Antes de identificar los factores que propician la enfermedad, cabe destacar que se calcula que existen más de 200 virus causantes de los síntomas de un resfriado.

Este se transmite en su mayor parte por el aire, a través de los estornudos y la tos, así como por contacto con superficies contaminadas o mediante la saliva, compartiendo bebidas o alimentos.

Por lo tanto, podemos destacar que los virus están continuamente en nuestro entorno y cada vez que tenemos contacto con uno será tarea de nuestro sistema inmunitario combatirlo. 

Un sistema inmunitario más fuerte podrá tratar la enfermedad de forma más eficaz. Sin embargo, existen elementos que potencian su surgimiento, tales como: 

El frío

El frío es capaz de debilitar los mecanismos de defensa del cuerpo, o ralentizar su respuesta ante la entrada del virus. 

Esto puede determinar la gravedad de la enfermedad, pues el buen estado del sistema inmunitario será fundamental para combatirla. 

Así mismo, el frío favorece el aumento de la agresividad de algunos virus, pues crea condiciones propicias donde los gérmenes pueden sobrevivir y propagarse o multiplicarse. 

Por ello, el otoño o invierno con bajas temperaturas son escenarios que favorecen las enfermedades, pues mientras más baja es la temperatura o el clima, los gérmenes serán más resistentes. 

La humedad   

La humedad es otro de los factores que intervienen en la transmisión de enfermedades, pues el exceso de humedad propicia la reproducción de microorganismos. 

Como comentamos, los gérmenes se encuentran a nuestro alrededor, por lo que un espacio con una humedad mayor a un 60% es un escenario favorable para su propagación. 

Esto, efectivamente, estimula el aumento de las infecciones respiratorias virales o bacterianas en la población.

Diversos organismos estipulan un nivel de humedad estándar recomendable para evitar el crecimiento de estos organismos.  El cual es de aproximadamente un 40 a 60 por ciento. 

A nivel mundial, existe una gran cantidad de personas que, durante el año, son severamente afectadas por enfermedades respiratorias, como el asma. 

Las personas que padecen enfermedades respiratorias crónicas se ven afectadas al exponerse a ambientes con estos niveles de humedad. 

Incluso si está por debajo de lo recomendado, podría ocasionar que los gérmenes o microorganismos tengan mayor probabilidad de sobrevivir y extenderse. Esto es debido a que un ambiente sin la humedad requeridas seca el revestimiento de la mucosa de la nariz, una de las primeras líneas de defensas del sistema inmunológico. 

Contaminación ambiental

¿Sabías que la contaminación es también uno de los factores que propician la aparición de enfermedades? Esto es debido a los materiales particulados y compuestos químicos-gases. 

Estos contaminantes se encuentran en el ambiente y son fácilmente respirables. Sus efectos en la salud de la población dependen del tiempo y frecuencia de exposición, las concentraciones que se encuentran, además de sus propiedades. 

Estos, sin duda, afectan la calidad de vida de una gran parte de la población, ya que, a mediano y largo plazo, pueden significar la aparición de alguna enfermedad respiratoria de grandes magnitudes. Algunas consecuencias son la afección a los pulmones, desarrollar infecciones agudas, entre otras. 

Otros factores

Sin duda existen una gran cantidad de factores que facilitan la transmisión de estas enfermedades. 

Entre ellos cabe destacar los espacios cerrados y la cercanía con las personas. En un espacio reducido con mayor tránsito de personas y un prolongado tiempo de exposición, el riesgo de transmisión es alto. 

Principalmente en lugares como escuelas, casas, centros comerciales, etc. pues por la naturaleza del establecimiento implican un alto tránsito de personas. 

Algunos elementos que logran potenciar estos puntos son la falta de ventilación de los interiores, la falta de higiene (como el lavado de manos), una mala limpieza, entre otros. 

Con los puntos anteriores podemos considerar que, efectivamente, el invierno es una estación de alto riesgo para enfermedades como las respiratorias. 

Sin embargo, la causa principal recae en que esta temporada crea escenarios ideales para generar contagio. 

Por otra parte, la magnitud de sus efectos cambia de persona a persona debido al sistema inmune, el cual puede realizar una respuesta lenta al virus. 

Finalmente, te compartimos algunas recomendaciones para prevenir el contagio y propagación de estas enfermedades:

• El lavado frecuente de manos
• Taparse la boca al estornudar o toser con el antebrazo
• Ventilar constantemente y desinfectar los espacios 
• Evitar en la medida de lo posible lugares muy concurridos. 

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